miércoles, mayo 10, 2006

Crisis de Occidente contra Irán

Madrid, 11 de Mayo del 2006
Crisis de Occidente contra Irán.

Mucho se ha hablado de la "Crisis de Irán", término que utilizan algunos grupos como una estrategia mediática que pretende crear el escenario propicio para ganarse la voluntad de la opinión pública ante posibles acciones militares, utilizando argumentos generales de seguridad global a los que, en primera instancia, resulta difícil estar en desacuerdo.
La realidad es que no se trata de una crisis Iraní sino de una crisis de occidente ante las aspiraciones nucleares iraníes. En el seno de la cúpula gobernante iraní no hay crisis, al contrario se respira una fuerte sensación de unidad y respaldo hacia el presidente Ahmadineyad, que va desde la máxima autoridad del país el Ayatolá Alí Jamenei hasta la oposición liderada por el expresidente Alí Akbar Hachemí. Esta unidad confluye en la determinación del pueblo Iraní por ingresar al club mundial de la energía nuclear, aspiración que inició hace algunas décadas con la ayuda de Rusia.
Independientemente de que muchos analistas pro-occidentales tachen al presidente Iraní Mahmud Ahmadineyad como un personaje obtuso e irracional- relacionándolo a sus más recientes homólogos defenestrados en Oriente Medio y aprovechando la fobia terrorista diseminada en el mundo- éste no esta loco, ni su gobierno está llevando acabo una estrategia irresponsable; al contrario, goza de un gran mérito que es el de aprovechar la desgastada situación política Estadounidense y su habilidad de maniobrar en el terreno de la opinión pública promoviendo el nacionalismo iraní y proyectando una legítima y noble utilización de la energía nuclear en una cínica faceta de diplomacia cooperativa que pretende dejar sin argumentos a sus detractores, o bien ganar tiempo es su desbocada cruzada nuclear. (Ejemplo de esto es la carta enviada al presidente Bush)
La realidad de las cosas es que a pesar que el presidente iraní tiene de su lado varios argumentos legítimos de peso -en términos del beneficio para su pueblo como lo es el desarrollo que supondrá la energía nuclear y su derecho al igual que tantos países a poseerla- que respaldan la posición desestabilizadora que está asumiendo y apartando el teatro mediático que confunde a los más ingenuos, son conocidas las intenciones de los líderes persas por hacerse con la tan nombrada bomba atómica, logrando así un equilibrio de terror que durante decenios ha demostrado ser la mejor garantía de paz.
Por su parte el bloque liderado por Estados Unidos recurre cínicamente al argumento del Tratado de no Proliferación Nuclear, que establece las normas para que un país desarrolle energía nuclear, como lo son la aceptación de las inspecciones de la Agencia Internacional de la Energía Atómica, condiciones totalmente cumplidas por Irán, que a diferencia de sus vecinos como Pakistán, India, Israel y Corea del Norte quienes tienen armas nucleares y no han firmado el TNP. El caso particular de Israel quien aparte de que no ha firmado dicho tratado, también viola la resolución 687 del Consejo de Seguridad de la ONU que se estableció tras la Guerra del Golfo, en 1991, de que todo Oriente Medio fuese una “zona libre de armas nucleares y de destrucción masiva”.
Por otro lado, la vigencia de dicho tratado dejó de respetarse hace tiempo por las mismas potencias que lo suscribieron, por un lado, porque ha aumentado el número de Estados con armamento nuclear: India, Pakistán, Israel y Corea del Norte, pero sobretodo porque lejos de avanzar se ha retrocedido en el desarme nuclear de los países que lo firmaron. Más grave aún, se ha violado el artículo segundo que prohíbe facilitar a otros Estados la tecnología para el desarrollo de estas armas, cuando lo cierto es que todos los nuevos Estados nucleares la han adquirido de alguna de las cinco potencias.
Para la visión Islámica, el contar con dicha arma representa una herramienta de negociación y seguridad que devolvería la hegemonía a Oriente Medio, sobretodo bajo el contexto actual de invasiones "arbitrarias" por parte de Estados Unidos a países árabes y tomando la experiencia de Irak quien fue invadido, precisamente, por no tener armas de destrucción masiva. Digo arbitrarias porque se ha demostrado que los motivos de las invasiones no son los que se proyectan en los medios. Un ejemplo lo expone el antiguo ministro de Hacienda y luego de Exteriores de India, Yashwant Sinha, quien ha hecho hincapié en que "las tres razones que condujeron a los anglo-norteamericanos a invadir Irak, posesión de armas de destrucción masiva, exportación de terrorismo y ausencia de democracia, las tres encajan perfectamente en Pakistán", el mejor aliado de Estados Unidos en la región.
Todo parece indicar que la invasión a Irán será inminente, ya que para Estados Unidos, esta vez apoyado por la Unión Europea, es inviable la opción de lidiar con un Irán Atómico ya que supondría la amenaza constante un ataque nuclear a Israel. El perder la supremacía militar en el medio Oriente significaría en el mediano plazo el fortalecimiento de los regimenes musulmanes antiamericanos, y con ello la pérdida de control sobre el petróleo y la proliferación del terrorismo, entre otras cosas.
Por parte de Irán, quien en múltiples ocasiones ha confirmado su irreversible decisión de enriquecimiento de uranio, las amenazas de sanciones por parte de occidente significan un costo que parece estar dispuesto a correr, no sin antes enseñar sus poderosas armas que incluyen el retirar parte de su producción de crudo de los mercados mundiales afectando significativamente las economías occidentales y suprimir todas las exportaciones de petróleo a uno o dos aliados de EEUU sometidos a dependencia energética como Japón; También se encuentra organizando otro ejército militar cerca del Estrecho de Ormuz para recordar al mundo que llegado el momento sería capaz de detener toda la navegación de entrada y salida en el Golfo Pérsico; Puede contribuir al caos en el vecino Irak si abastece a sus aliados Chiíes; Puede apoyar tanques contra Israel a través de terceros, como Hezbolá y la Yihad Islámica Palestina; Incluso tiene reclutados a miles de terroristas suicidas preparados para atentar contra objetivos estadounidenses y británicos en respuesta a un ataque militar, como anunció el pasado 16 de Abril después de un desfile militar en Teherán donde desfilaron luciendo bombas amarradas al cuerpo.

Colocándonos en los zapatos del pueblo iraní es entendible que por su petróleo, ideología y ubicación se sienta vulnerable y quiera armarse al mismo tiempo que generar fuentes alternativas para su pueblo que fortalecerían su economía; también es entendible que Estados Unidos quiera seguir gozando de su supremacía militar y su capacidad de "persuasión" en medio oriente que le otorga su desmesurado arsenal y el dominio de importantes recursos en la zona. Lo que no se puede entender son los argumentos con los que el gigante y violento Goliat fuertemente armado pretende imponer a los débiles su autosometimiento para que no se armen, y aún así quedar como el bueno de la película.

El futuro augura aires de cambio. Los países se han percatado que la mejor defensa es la amenaza de una respuesta y tarde o temprano Irán y otros países se armarán con armas de destrucción masiva sumergiendo al globo en una pacífica tensión a la que nos tendremos que acostumbrar, siempre con el riesgo que el frágil equilibrio sucumba ante los odios antañamente cosechados precisamente por este tipo de desigualdades.

El Redactor.

viernes, mayo 05, 2006

Elecciones en Afganistán

Pamplona, España
24 de Octubre del 2005
Afganistán. Fraude Electoral y Democracia impuesta.

Se dice que Afganistán ya forma parte de la familia de países democráticos porque vota, lo que asume una premisa tácita que iguala al voto con la democracia, cosa que no es necesariamente correcta.

Después 20 años de guerra, el pasado mes de Octubre del 2005 se realizaron elecciones en Afganistán. No es la primera ocasión que Afganistán experimenta con la democracia, pero si es la primera en que son forzados a tener “elecciones libres”. El acontecimiento se realiza en un contexto de inseguridad y falta de transparencia, desequilibrio y división entre las distintas facciones y sobretodo de un evidente favoritismo por parte de la superpotencia.

Afganistán es considerado como una de las regiones mas pobres de mundo, con una expectativa de vida muy baja y una sociedad acostumbrada a presenciar crímenes y abusos de guerra por varios años y a vivir en una inseguridad que cada día se incrementa, lo que aunado a la dificultad de comunicación y escasa difusión de información puede explicar la poca motivación mostrada ante estas elecciones. La sociedad afgana, compuesta por distintas etnias se encuentra dividida por dos grandes tendencias musulmanes, que son los mahometanos sunnitas y chiítas.[1]

La edad para poder votar es de 18 años, y las personas que pueden votar salieron de un censo ejecutado por la ONU en donde solo contabilizó a un 42% de las mujeres. En total de los 29, 928,987, solo 12 millones de personas están habilitadas para votar, y solo un 50% de éstas lo hicieron.

Entre una de las cuestiones de carácter electoral que la nueva constitución estableció fue la obligación de que las elecciones presidenciales y legislativas sean simultáneas, cosa que no se cumplió, alegando razones de seguridad.

En cuanto a las elecciones presidenciales hubo 18 candidaturas a la primera vuelta, de las cuales solo 4 pertenecen a partidos políticos y el resto a particulares. Los requisitos para aspirar a una candidatura es el depósito de 1000 EUROS (suma muy considerable para el pueblo afgano en general), además de presentar la fotocopia de 10,000 tarjetas de votantes de diferentes regiones. La Comisión Electoral que vela por el cumplimiento de la democracia la integran seis afganos y cinco extranjeros. SE conoce como JEMB por sus siglas en Inglés, y ha habilitado a más de 25 mil colegios electorales en todo Afganistán.

La campaña electoral se distinguió por una competencia desigual entre el candidato preferido de Estados Unidos y el resto, habiendo candidatos que no gastaron ni quinientos dólares, en contraposición del candidato de Estados Unidos que contaba con un cuantioso apoyo económico.
En el escenario electoral se juntaron varias dificultades, los afganos no conocían a los candidatos ya que físicamente no los pudieron ver debido a cuestiones de seguridad, sólo la cuarta parte (que tenían televisión) pudieron acceder a su imagen, y hasta el día anterior de la votación no sabían como realizar el voto. No sabían que tenían que marcar con un bolígrafo a su candidato. Uno de cada 4 afganos cogería por primera vez en su vida un bolígrafo. (Solo 51% de los hombres y 21% de las mujeres saben leer y escribir)

Las condiciones de seguridad no permitieron la presencia suficiente de observadores nacionales ni extranjeros, la jornada de reflexión se caracterizó por la explosión de 20 bombas y un a serie de irregularidades restaron toda legitimidad de éstas elecciones.

Un grupo de 15 candidatos presidenciales se retiraron y pidieron a la comisión cancelar los comicios ante la falta de limpieza y los evidentes fraudes detectados, fraudes que van desde la utilización de tres millones de tarjetas de identidad falsas por parte del candidato y ahora presidente Hamid Karzai (Según Sirat, también candidato a la presidencia), niños de 14 años votando sin ser anotados, la tinta con que se marcan los pulgares desaparecía fácilmente lo que permitía votar varias veces, un ejemplo también es que el embajador norteamericano Zalmai Khalizad fue acusado de injerencia en el proceso electoral, entre otros.

Massuda Jalal, la única mujer entre los aspirantes también se retiró de las elecciones alegando que “éstas no son unas elecciones libres, ni justas” . Otro candidato que se retiró alegó que "Si Estados Unidos quiere imponer a su candidato, que lo haga, pero que no llame a esto unas elecciones justas y democráticas". Las denuncias fueron confirmadas por el mayor grupo de observadores electorales independientes de Afganistán, los cuales aseguraron que dicho problema se ha detectado en Kabul al igual que en todas las provincias.

Estados Unidos se muestra indiferente ante esta situación, tratando de aparentar con el más burdo maquillaje político su triunfo contra el terrorismo, otorgando relevancia al hecho mismo de las elecciones, y restando importancia al modo en como éstas se realizaron.

La nueva democracia afgana, que no quiso conceder un espacio político a los talibanes ni a los socialistas, pero sí a los señores de guerra[2] (aliados de USA en la lucha contra los talibanes) ahora funcionarios de gobierno y enemigos del actual presidente, proyecta un complejo escenario dividido claramente en facciones étnicas, en donde Karzai tendrá que dirigir un gobierno pactado, similar al actual, en donde los intereses de cada señor de guerra se anteponen a los del país.

El futuro de Afganistán es incierto, la violencia y la inseguridad aumentan cada día, el mismo
Karzai es custodiado por mercenarios extranjeros ya que no confía ni en su propia gente. La economía está basada en un 90% en actividades ilegales,(es el primer productor de opio en el mundo) en donde el narcotráfico y la violencia se alimentan recíprocamente. El país sigue ocupado por 30 mil soldados extranjeros y dos tercios del territorio siguen en poder de los caudillos tribales. Un informe de Amnistía Internacional critica que presenten a las elecciones como signo de recuperación del país, si no lo contrario.

El mayor peligro de Afganistán, es que se rompa el ya frágil equilibrio político existente, lo que podría acarrear a su pueblo a una situación aún peor que la de su oscuro pasado.

En verdad no existían las condiciones de seguridad ni de igualdad para realizar unas elecciones limpias y representativas, pero sí existía la necesidad de legalizar y justificar la operación militar que paradójicamente fue bautizada como “Libertad Duradera”. A como dijo un analista, “Tratar de imponer la democracia de esa manera en Afgaistán es como querer curar un cáncer de próstata con una patada en los cojones”.

La foto de Karzai será colocada en la Casa Blanca junto a un letrero que diga misión cumplida, la palabra democracia será pronunciada constantemente por el nuevo gobierno, y para los afganos, el que les hayan hecho fraude es el menor de sus males, afrontan esta nueva aventura con la convicción de que no les puede ir peor.
El Redactor.

[1] Son sunnitas aquellos musulmanes que siguen la sunna, conjunto de costumbres y dichos de Mahoma, y niegan todo derecho al poder a los descendientes de Ali, primo y yerno del Profeta; Los chiitas creen lo contrario, y estas diferencias irreconciliables marcan profundamente la sociedad afgana
[2] A finales de los ochentas, en el país se comenzaron a formar unas especies de feudos controlados por los denominados “señores de guerra”, que basados en el narcotráfico dominan grandes territorios y obligan a gran parte de los campesinos a cultivar el Opio. Muchos de estos señores de guerra tienen potestad sobre la vida de sus súbditos, ejércitos de hasta 100 mil hombres y algunos hasta acuñan su propia moneda.

Bienvenida

Madrid, 5 de Mayo del 2006
Sobre PENSAMIENTOS EN TRANSICIÓN
El experimento "Pensamientos en Transición", que aunque su título proyecte la alegoría del contenido, surge como un ejercicio personal por parte del autor por comprender aclarar y compartir las ideas que desde hace tiempo divagan en su sistema, ideas amalgamadas por el pasado histórico sentimental, el contexto político actual, las nuevas influencias europeas y latinoamericanas; por una convicción patriota y humanista que exige cuestionar algunos paradigmas aferrados en la psicósis social y particular de cara al siglo XXI.
Dicho de esta manera, me constituyo un pensador independiente, sin compromisos partidarios ni restricciones editoriales, pero con un objetivo simple en estructura y complejo en dimensión que es el de buscar a la sombra de la razón una ideología política que logre crear una convicción auténtica en mi persona, y talvez extrapolarlo al gran porcentaje de apartidarios y huérfanos ideológicos que conviven en el mundo político guiándose por otros factores, muchas veces no meditados.
Los invito a que compartan conmigo este viaje al novedoso mundo de la blogósfera, en donde desde mi particular visión complementada por sus valiosos comentários analizaremos temas de actualidad. Os garantizo que sus comentarios y sugerencias serán tomados en cuenta y de la motivación y polémica que de ellos se genere dependerá la constante actualización de este espacio.
Para no generar elevadas expectativas debo aclarar que el redactor, como me autodenominaré de ahora en adelante, no es periodista de profesión ni político de oficio. No será mi intención la de ofender a particulares ni subestimar posiciones. Simplemente pretendo compartir mi humilde percepción de los hechos con las personas interesadas en ellos.
Sin más preámbulo y aún sin una clara idea del futuro espiritual de este hobby, los dejo en este su espacio que seguramente es solo un escalón de varios peldaños hacia una nueva praxis en construcción, que por ahora sencillamente denominaremos "pensamientos en transición."
El Redactor.